La agroindustria es el sector responsable por el 26,4% del Producto Interno Bruto (PIB) y es uno de los pilares de la balanza comercial brasileña. Esos productos están siempre presentes en la vida diaria de la población, ya sea en los estantes de los supermercados, tiendas de ropa y farmacias en productos para el cuidado diario de la piel.
Desde abril de 2020, Brasil vive una crisis generada por la pandemia e incluso con la caída en numerosos sectores, con las adversidades sanitarias y climáticas, la agroindustria fue responsable por casi la mitad de las exportaciones brasileñas, acercándose al 48%. En los últimos diez años, el PIB nacional se contrajo alrededor del 5,5%, mientras que el PIB del sector agrícola creció 2,7%.
Según datos de la Organización Mundial del Comercio (OMC), la agroindustria exportó alrededor de US $ 100.810 millones en 2020, el segundo valor más alto de la historia, que marcó un crecimiento de 4,1% en comparación a 2019. A nivel mundial, la agroindustria proporcionó alimentos a 772,6 millones de personas, lo que generó un salto positivo en participación brasileña en el mercado mundial de alimentos, que pasó de los 20.600 millones de dólares a $ 100 mil millones.
Por estas y otras razones, es necesario ampliar la conversación acerca de los impactos positivos de la agroindustria, desmitificando viejos conceptos. A través de diálogos que se ajusten a la vida cotidiana de la población, les permitiremos comprender la importancia de la agroindustria para la generación de empleo, para mejorar los ingresos de las familias y, principalmente para la economía nacional.
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