La fruta ecológica
Cuando decimos que una fruta, verdura o cultivo es ecológico significa que para su cultivo no se han empleado fertilizantes, pesticidas o conservantes artificiales. Por el contrario, los productos ecológicos se han cultivado aprovechando los recursos naturales disponibles como el tipo de sueldo idóneo para cada cultivo o la época del año exacta para conseguir los mejores productos y el mejor sabor.
Este proceso de obtención nos permite disfrutar de unos alimentos inmejorables, necesarios para el consumo habitual y aliados clave a la hora de cuidar la naturaleza y nuestra salud al mismo tiempo. Los cultivos ecológicos respetan el medio ambiente dado que carecen de químicos y sustancias artificiales, reforzando la diversidad y mejorando la calidad del suelo. La fruta ecológica no ve alterada sus propiedades naturales en ningún momento, no se acelera su crecimiento ni se modifica para hacerla más resistente a las condiciones climáticas, por estos motivos conserva todos sus nutrientes y sabor intactos.
¿Por qué es importante la fruta ecológica?
El principal motivo para incluir en nuestra dieta la fruta de cultivo ecológico frente a otros, son los beneficios de la salud. Está demostrado que la fruta ecológica contiene más nutrientes y beneficios para nuestro organismo, dado que han crecido y madurado sin ningún tipo de producto tóxico o dañino para el medio en el que la fruta ha nacido y madurado. La ausencia de fertilizantes y pesticidas químicos evita que podamos ingerir toxinas y permite a la fruta desarrollar todas sus propiedades de manera natural. Múltiples estudios en los que se comparan frutas cultivadas de forma ecológica con cultivos tratados con sustancias químicas demuestran que el cultivo natural un 50% sus nutrientes y conservan mucho mejor las propiedades antioxidantes y las vitaminas.
Otra de las ventajas es el respeto y cuidado al medio ambiente. El cultivo de estas frutas no supone un agotamiento del suelo, sino que potencia y mejora la salud edafológica y aumenta la biodiversidad del espacio en el que se cultivan. Los productos ecológicos reducen la contaminación del suelo en el que se generan y aprovechan al máximo los recursos de los que disponen, dejando a un lado los inconvenientes propios de otros cultivos como son la contaminación y la sobreexplotación del suelo.
Cómo saber si una fruta es ecológica
Para reconocer con facilidad las frutas y verduras de cultivo ecológico contamos con un gran aliado: el sello ecológico. Este distintivo garantiza que se ha cultivado con métodos respetuosos tanto con tu saludo, como con la planta y el medio ambiente. El cultivo de estos productos respeta completamente le ciclo natural tanto del medio como de las plantas, al no exponerse a sustancias químicas, además el suelo y el agua empleada para regarlas siguen técnicas agrarias respetuosas, destinadas a mejorar el ecosistema y descender los niveles de polución.
En España empezó a regularse la producción ecológica en 1989 a través de la denominación genérica “Agricultura ecológica”. No obstante, este tipo de cultivos no ha hecho sino ganar terreno y protagonismo en el campo español y actualmente es la Unión Europea la que se encarga de regularla desde 2018. Fue a partir de este año cuando se estableció una normativa para toda Europa que fija requisitos, tratamientos y protocolos de todas las frutas y verduras ecológicas, tanto en su producción como en el almacenaje, transporte y venta al consumidor final. Para diferenciarlos con claridad, las frutas y verduras ecológicas cuentan con una etiqueta que nos permite identificarlas, esta es la garantía que nos asegura un proceso y trazabilidad respetuosos con el medio ambiente a la hora de adquirirlas en cualquier tienda.
Como curiosidad, hay que destacar que en el caso de la producción vegetal, el control gubernamental se asegura de que incluso las semillas empleadas en cultivos ecológicos se produzcan de forma natural, respetando la fertilidad tanto del suelo como de la especie.
Entre los principales requisitos que encontramos los productores para poder etiquetar como ecológica cualquier producción vegetal destacan:
- Las limitaciones y prohibiciones en el uso de pesticidas sintéticos.
- Los productos transgénicos están terminantemente prohibidos.
- Los cultivos deben adaptarse a la climatología y suelo del lugar donde se cultivan.
- Para el cultivo de estas especies debe existir una selección de especies que sean resistentes y aseguren una productividad de forma natural.
- Para su cultivo deben emplearse recursos naturales cercanos a las zonas de cultivo.
Tipos de etiquetas ecológicas
Es frecuente que, llegados a este punto, estés pensando: “Pero yo he visto varios tipos de etiquetas ecológicas, ¿me estarán engañando?” Es una duda muy común, resulta que existen varios tipos de etiquetado ecológico y aquí vamos a explicar cuáles son y sus diferencias:
- Producto ecológico en España: Se trata de productos de origen ecológico que han sido cultivados o producidos en España, en este caso son las distintas comunidades autónomas las autoridades responsables para certificar y autorizar estas producciones como ecológicas.
- UE Organic Bio: En este caso se trata de alimentos, frutas o verduras que hayan sido producidos de forma ecológica en cualquier país miembro de la Unión Europea, en este caso son autoridades europeas las responsables de la supervisión y etiquetado de estos productos.
- EcoLabel: En este caso estamos ante una etiqueta de carácter europeo, pero que no solo se acota a los alimentos, sino a cualquier tipo de producto que se genera reduciendo las emisiones y la contaminación al mínimo y garantizado un final biodegradable para el producto.
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