Se dice que lo que comes puede afectar drásticamente muchos aspectos de tu salud, incluyendo el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como enfermedades cardíacas, diabetes y cáncer. Aunque, se ha demostrado que el desarrollo del cáncer, en particular, está muy influenciado por la dieta.
Prometedores resultados de un estudio realizado por la Universidad de Texas A&M confirman que compuestos antioxidantes presentes en el melocotón y en la ciruela pueden combatir el cáncer de mama, incluso en sus formas más agresivas. El estudio sugiere que son 2 compuestos fenólicos, un tipo de antioxidantes que contienen las frutas en gran cantidad y afectan a sus características de color, aroma o sabor, los responsables de la muerte de las células cancerígenas.
Para saber si estos antioxidantes tienen propiedades anticancerígenas eligieron el cáncer de mama, uno de los más comunes en la población femenina. Los investigadores utilizaron extractos de dos frutas cotidianas: la ciruela Black Splendor y el melocotón Rich Lady. Y el resultado fue la muerte de las células cancerígenas, incluso las más agresivas, sin dañar a las células normales, lo que es muy significativo. Se determinó que son 2 fenoles específicos, clorogénico y neoclorogénico, los responsables de esta matanza selectiva. Ambos son muy comunes en las frutas pero las frutas de hueso como las ciruelas y los melocotones, con niveles especialmente altos.
Estos compuestos podrían sumarse a las terapias utilizadas para reducir el riesgo de metástasis, el principal problema de éstos y otros tipos de cáncer, administrando como un suplemento o, según vieron los investigadores en su trabajo en ratones, en dosis equivalentes al consumo de 2 o 3 piezas de Ciruelas o Melocotones al día.
Muchos alimentos contienen compuestos beneficiosos que podrían ayudar a disminuir el crecimiento del cáncer. También hay varios estudios que muestran que un mayor consumo de ciertos alimentos podría estar asociado con un menor riesgo de desarrollar la enfermedad.
Otros de los alimentos son:
- Uvas: en especial las rojas, por la presencia de resveratrol, fitonutriente con propiedades antiinflamatorias y antioxidantes que pueden ayudar a prevenir el crecimiento de las células cancerígenas.
- Frutos rojos: arándanos, frambuesas, grosellas, por el contenido de compuestos antioxidantes como polifenoles que reducen y reparan el daño a las células, además de ser ricas en vitamina C.
- Tomates: por su contenido en licopeno, antioxidante que protege contra el daño celular y puede ayudar a detener el crecimiento de aquellas células que no están creciendo correctamente. Los tomates cocidos contiene más licopeno que los frescos.
A medida que continúan surgiendo nuevas investigaciones, se ha vuelto cada vez más claro que tu dieta puede tener un impacto importante en tu riesgo de desarrollar cáncer.
Si bien hay muchos alimentos que tienen potencial para reducir la propagación y el crecimiento de las células cancerosas, la investigación actual se limita a estudios de laboratorio, en animales y de observación.
Se necesitan más estudios para comprender cómo estos alimentos pueden afectar directamente el desarrollo del cáncer en los seres humanos.
Mientras tanto, es una apuesta segura que una dieta rica en alimentos integrales, combinada con un estilo de vida saludable, mejorará muchos aspectos de tu salud.